Quería decirte que después de afirmar, sin paliativos, que la coherencia flexible nos facilita la adaptación y que ésta nos facilita el camino hacia el bienestar, lo que corresponde es mostrarte la senda para lograrlo, o al menos para que lo intentes, porque sobra decir que estar bien debiera ser nuestro principal objetivo. Quizá te sorprenda, pero la clave está en el nivel de “autocontrol” de cada uno. Qué duda cabe que todo el que tiene la suerte de haber construido su vida en un entorno estable, sobre valores y principios sólidos y humanos lo tiene más fácil. Pero con ello no basta, llegado el momento, emociones como la ira, el miedo, la envidia, los celos, la adicción, la soberbia, la culpa, pereza, entre otras, van a necesitar de una adecuada gestión para que florezca la “calma”. Sí, sólo la “serenidad” nos permitirá reaccionar adecuadamente para poder afrontar la situación con la mayor solvencia posible. Porque no se trata de ser camaleónico y saltar de un valor a otro, o cambiar de idea o de creencia sin más, se trata de encontrar la armonía necesaria para que lo que pensamos y hacemos esté lo más cerca posible de lo que sentimos.

“Quería decirte”
….Quería decirte que, después de darme muchas vueltas, después de dedicarle mucho tiempo a mi arquitectura neuronal, creo que por fin he concluido la tarea. Me atrevería a decirte que, hoy por hoy, me he aceptado por completo. Y, sencillamente, me siento bien; te diría que nunca me había sentido mejor. Si me preguntas si ha sido fácil, te diré que no. He llorado, he temblado,…